
Llegar al aeropuerto Antonio Carlos Jobim, con la canción Aguas de Março en el mp3 hace que se te olviden las quince horas de vuelo (desde Madrid vía Buenos Aires).
De este pequeña excursión de tres días, recuerdo sobre todo: La vista panorámica que rodea el Corcovado, las caipirinhas que mi madre y Kika se bebían con remordimientos a la hora de comer, el café con pastas del Copacabana Palace, los pendientes dorados que me compré para la boda de Rafa, los árboles salvajes creciendo en cualquier esquina, la lluvia en Ipanema al atardecer, el mango más sabroso del mundo, la bahía de Botafogo, el café Colombo, mi tio roncando como un oso polar en el apartamento de la calle Djama Ulrich, el zumo de abacaxí de la última tarde...
Mi hermana y yo llegamos a la conclusión de que sería la ciudad perfecta para llevar a tu amor y demostrarle cómo 10.000 besos no cansan, de noche, frente al mar...
4 comentarios:
Hummm, quiza enero/febrero seria una buena epoca para ir, no crees? ;)
Una nadaíta en la playa, un agua de coco, ¿te animas en serio?...
jeje, lo dudas? buena compañía, viajar, playa, agua de coco...hummm. Como para pensárselo. Vamos que nos vamos! ;)
Y Grecia, Tailandia, Vietnam, Nueva Zelanda... ¿eso cuando, eso cuando?
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