31.8.06

Les Tournesols


Anda por aqui un muchacho interesante e inteligente, que me sorprendió el otro día regalándome este cuadro.

Creo que en áquel momento comprendí una parte importante de él. Pero como tengo una mente retorcida, también en áquel mismo instante, me acordé de Match Point, de Scarlett Johansson y de la escenita tórrida en el campo de trigo.

Nota con intención: Querido niño, prepárate para el día que pasemos por un campo de girasoles, porque ese día sabrás lo que es un amour sauvage.

29.8.06

Rincones desconocidos del mundo. Segundo capítulo


En la plaza de Bendollio, hay una trattoria a la que me acerco de vez en cuando. El dueño, Marcello, sabe que siempre vengo buscando sus alcachofas rellenas y sus exquisitos pommodori rojos, jugosos y aromáticos. El pan, de corteza crujiente y miga recia, es perfecto para empapar el aceite verde de oliva y siempre me recuerda a los bocadillos de mantequilla y azúcar de mi niñez.

Sorprende el vino dulce, que es una especie de eisenwein, que hacen con uvas congeladas y que suele acompañar a un helado de crema y vainilla bourbon.

Los viejos del pueblo, comentan que durante el rodaje de Beat the Devil, John Huston descubrió este pequeño restaurante y que desde entonces, solía parar el trabajo un par de días, conducir un Aston Martin durante más de 200 kilómetros y con una extraña troupe compuesta por Truman Capote, Humphrey Bogart y Gina Lollobrigida, aparecía en Bendollio gritando: "Marcello, antipasti, presto"

27.8.06

Biblioteca No.3

Estoy leyendo La Catedral del Mar y me recuerda demasiado a Los Pilares de la Tierra

26.8.06

El despecho

Hace unos diez meses yo tenía un amigo inseparable, una de esas personas con las que te apetece hacerlo todo (bueno, casi todo) y con las que las explicaciones no existen...

Hace unos ocho meses, cambió de rumbo y de ciudad y dejó de contarme sus asuntos, de escribirme mensajes, de llamarme cuando venía a Málaga y se alejó tanto que yo sólo conseguía ver su imagen desenfocada e irreal.

Hace un mes, me cansé de esperar nada y le llamé por última vez... Ni siquiera entonces me cogió el teléfono, asi que le escribí un mensaje al que por supuesto, ni se molestó en contestar.

Hace unos días, dejó un post en su página diciendo que siempre le pasaba igual, que de pronto conocía a alguien con quien se llevaba del carajo, luego le apetecía hacer otras cosas y que la otra persona se sentía defraudada. Terminaba con la siguiente pregunta: "¿Hay que pagar con la propia libertad a cambio de conservar una amistad para siempre?".

Respuesta desde el despecho: "Qué lástima cariño, nuestra amistad no te enseñó nada"

14.8.06

Un camino


Hace un par de días, hice un camino mágico dibujado de pinos, encinas, robles, zarzales de moras, hiedras y dónde pasean vacas, lagartijas, arañas, caballos, abejas, terneros, avispas... Me dí cuenta que iba a ser mágico casi desde el principio, porque hacía sol y se colaba entre las ramas de los árboles iluminando las partes claras, pero dejando los resquicios magnéticos a oscuras.

Lo curioso es que había hecho muchas veces ese mismo camino en compañía del malvado y nunca me había gustado demasiado. Pero esta vez, el sendero me pareció serpenteantemente intrincado y bello, como si fuese una metáfora de mi vida: el sol brillando de nuevo en mi cara, el olor a limpio, el sonidillo del río acompañando la subida. Y sobre todo, la sensación en la cima de que nada tiene la suficiente importancia como para que uno se hunda.

10.8.06

Biblioteca No.2


Qué difícil es pasar por la puerta de la libreria Luces y no comprar nada. Mis tres últimas adquisiciones han sido:

* El padre de un asesino. Autor: Alfred Andersch. Se observa al rector Himmler, desde el pupitre de uno de sus alumnos. A medida que el libro avanza, se explica uno la infancia del que luego fue responsable del genocidio judío.

Una historia rápida que te deja un regusto amargo. Supongo que me acordaré de este libro cuando mis futuros hijitos vayan al colegio.

* Una historia de amor y oscuridad. Autor: Amos Oz. El escritor judío, narra la historia de su familia durante la segunda guerra mundial y la posterior edificación del Estado de Israel.

Lo empiezo esta noche, así que todavía no os puedo contar que tal está.

* Lunar Park. Autor: Bret Easton Ellis. Despúes de American Psycho, Ellis no volvió a ser el mismo. En este libro, destripa su propia biografia y la enriquece con un Avecrem de sucesos extraños y coincidencias inquietantes.

A mi me gusta, pero en este último libro da la sensación de que el escritor se está cansando de si mismo. Pronostico que el próximo libro será muy diferente. Sino es así, que me borre de su lista de admiradoras. Y yo lo apunto a él en mi lista de encasillados, junto a Lucía Etxebarría (que lleva publicando el mismo libro con distinto nombre desde que reinaba Carolus)

Es dulce y mágica la noche junto a un faro...


(Gracias Fran, por la foto y la inspiración)

4.8.06

Rincones desconocidos del mundo. Primer capítulo


Cuando uno llega a la estación de Choux pasadas las diez, tiene la suerte de disfrutar de la bóveda acristalada más ligera del mundo, que le permite ver el cielo, siempre cuajado de estrellas.

Más adelante, capta su atención el carromato del desaparecido Cirque Americaine, que ahora es una floristeria especializada en tulipanes amarillos y cuyo dueño; Jean Baptiste, que es insomne, atiende las veinticuatro horas del día.

El viajero también debería entretenerse unos minutos en el pequeño estanque, en el que viven una especie de sapos-renacuajos azulados, que son tan especiales que sólo se reproducen cuando el encargado de la estación, les pone música de Coldplay...

2.8.06

Biblioteca No.1


* El monje que vendió su Ferrari. Me regalaron este libro de autoayuda (¿tanto se me nota que la necesito?) y lo empecé, lo empecé, lo empecé... Creo que nunca lo terminaré. En cien páginas sólo me ha llamado la atención lo siguiente: "Una persona tiene unos 60.000 pensamientos diarios, el 90% de ellos son los mismos que el día anterior".

* Travesuras de la niña mala. El último libro de Vargas Llosa encandila desde el principio. La niña mala me recuerda a servidora hace un año. El niño bueno me recuerda al lindo gasteiztarra que me cuidó siempre, a pesar de que yo le lanzaba improperios y le daba bofetadas cada día. Después de todo, no hay historias originales.