
Yo iba a oir en directo a Mark Murphy, que llegó puntual, sonrío con esa cara de Al Pacino operadísimo, nos enseñó su camisa imposible, de raso, a rayas multicolores y presentó a su grupo de pasadilla, demostrando que el importante era él (il divo divino).
A los cinco minutos, dejé de prestarle atención al cantante. El trompetista, Brian Newman, llevaba todo el peso de la actuación. Es joven e iba bien vestido, a la antigua, con un traje cortado a medida, camisa, corbata y tirantes. También tiene un aire famoso (se parece a Adrien Brody en el Pianista).
Sólo estaba él, iluminado a la izquierda, con su trompeta lanzando destellos. Brillaba y yo hacía años que no disfrutaba tanto. La música en mi cabeza, muriendóme de placer y de melancolía porque cada canción me acercaba más al final de aquella música ardiente...
6 comentarios:
Ok, no hables conmigo si no te sientes capaz. Yo voy a Málaga el día 3 de agosto. Espero que Málaga sea más bonita y acogedora que algunos de sus habitantes.
Jajaja, no es que no me sienta capaz, es que no me apetece un carajo conocerte. Y hace mucho tiempo que decidí no hacer las cosas que no quiero hacer...
Seguro que Málaga te gusta. Disfruta!
¡Pero que tortura te ha caído! ¡Madre mía! :P
En cuanto a tu trompetista favorito.. me ha parecido de lo más interesante. Se están poniendo de moda estos tipos con cierto aire de debiluchos, pero capaces de hacerte perder el control. ¡Que se lo pregunten a la Pataky!
Pati, tortura es poco...
¿A que es chulo Brian Newman? Ultimamente los trompetistas llenan mi IPod... Besillos mil
Que bonito escribes..
Publicar un comentario