18.12.06

Pinchos

Hay días que estoy tan arisca como un cactus...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Julia, te entiendo totalmente. A mi me pasa parecido, mas de lo que quisiera.

Poco a poco se me van callendo las espinas, las puas, el pelo, el orgullo ...



Me alegra que sigas pinchando ; )

La Luciérnaga dijo...

Jajaja, pues a mi con la edad, están saliendome más espinas, más pelo y más mala leche...

Anónimo dijo...

¡Con lo que me gustaba a mi de pequeña liarme a arrancar los pichitos a los cactus!
Os vais a enterar...

Estos años me he aficionado a coleccionar otro tipo de "suculentas" sin pinchos.. ¡es todo un mundo!

La Luciérnaga dijo...

Jajaja Pati, no veas el trabajo que te espera. Pero me parece la caña que alguien todavía esté dispuesto a arrancar pinchos.

Asi si merece la pena ser arisquito :)

Anónimo dijo...

No creas que estoy tan dispuesta, con la edad he descubierto que si los dejas de regar se van "apachurrando" como un higo y... ¡adiós pinchos!. ¡Mucho más fácil, rápido, e indoloro!

La Luciérnaga dijo...

Pati, tienes toda la razón, los arrancadores de pinchos acaban por cansarse y se dedican a plantas más graciosas y menos dolorosas...