
Definitivamente soy una tia complicada. En cualquier detallito de la vida, me pierdo laberínticamente, siendo poco práctica y haciendo un mundo. Pero a la hora de viajar, me simplifico bastante. Soy capaz de meter mis artículos de primera necesidad en una maleta pequeña y sacar de ella (como Mary Poppins) todo lo que necesito.
Neceser, dos pantalones y un vestido, cuatro camisetas, cuatro camisas, un bikini, zapatos para caminar, el IPod, la cámara de fotos con sus lentes, el pasaporte, unas pocas pelillas, un libro hermoso, pendientes, pañuelos con lentejuelas y las pastillas anticonceptivas. No me hace falta nada más para pasar quince días en otro continente.
Me gusta mi maleta. Es cómoda y funcional. Todo condensado y muy dobladito. Todo lo necesario para, si se me cruza el cable, empezar de nuevo en cualquier otro sitio...