
Abro la ventana de la habitación que fue de mis abuelos, que ahora es de mi tía, en la que duermo por unos días, me encuentro a esta pareja, arrebujada en el cable, cómoda, dándose calorcito.
A las pocas horas, vuelvo a asomarme, miro hacia abajo y C. ya está esperándome en su coche. Corro por las escaleras, con el corazón acelerado, deseando llegar a cualquier sitio en el que estar así con él, como los dos pájaros.
3 comentarios:
Seguimos con la envidia: qué buen post, que simple y directo y bien contado, y que linda foto.
Y en otro orden de cosas: Me alegro mucho!!!
Esta mañana al abrir la ventana me he encontrado a toda una familia de gorriones en fila india, nietos incluidos, tomando el sol tan ricamente.
¿Será una señal..?
Invisible, me alegro que te alegres!!! Estoy feliz :)
Pati, yo veo señales de muchas circunstancias. Pero la mayoría de las veces no sé qué indican
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